ATF y el precio del éxito
“Jugar tanto Dota ya no es divertido”: el campeón de TI 2025 habla sobre los sacrificios personales detrás del éxito
ATF, jugador de Team Falcons, habló con total honestidad sobre el costo real de perseguir la grandeza en el Dota 2 profesional, describiendo cómo el exigente ritmo necesario para convertirse en campeón mundial cambió por completo su relación con el juego.
En una entrevista exclusiva con BLAST antes del BLAST Slam IV, el joven de 20 años —campeón de TI 2025— reflexionó sobre los sacrificios que lo transformaron de un jugador de 3.000 MMR en 2019 a uno de los campeones más reconocidos de Dota 2 apenas seis años después.
“He sacrificado el colegio, la universidad, todo lo que querai llamarle. No tengo vida social, y también sacrifiqué mi salud”, confesó ATF, reconociendo abiertamente el impacto que su carrera ha tenido en su vida personal. Sus palabras reflejan el peso de alguien que ha pagado el precio del éxito con cada parte de su tiempo y bienestar.
Para él, la búsqueda de la perfección tuvo un costo emocional enorme. “Jugar tanto Dota ya no es algo disfrutable. En 2019 era solo un jugador de 3k MMR, y tuve que entrenar muchísimo para llegar a este punto”, admitió, recordando cómo la práctica constante convirtió una pasión en un trabajo dominado por la presión más que por la diversión.
El jugador jordano agradeció profundamente el apoyo de su familia durante todo su ascenso. “Mi familia ha sacrificado mucho para que yo pudiera llegar hasta aquí”, compartió ATF, destacando que su éxito no habría sido posible sin ellos. Como empezó a competir siendo menor de 18 años, sus hermanos solían viajar con él, mientras su mamá se encargaba de la logística y las visas.
“Ellos hicieron mucho detrás de escena, incluso más de lo que probablemente imagino”, contó. Cuando llegó The International 2025, su familia estuvo ahí para apoyarlo. “Vinieron solo a verme jugar, no a disfrutar TI como fans”, recordó. Ese nivel de compromiso familiar hizo que la experiencia fuera aún más emocionalmente intensa.
ATF también reconoció que perder The International 2024 fue uno de los golpes más duros de su carrera. “Cuando perdimos el TI pasado, quedé muy decepcionado conmigo mismo. Mentalmente estaba muy mal, no me importaba nada más que ganar TI”, admitió. Para él y su familia, cualquier resultado que no fuera ganar TI 2025 “habría sido una decepción”. Cuando Falcons finalmente levantó el Aegis, ATF lo describió como la culminación de años de esfuerzo, sacrificio y dolor: “Ganar finalmente significó todo para mí.”
Incluso después de alcanzar lo que todo jugador de Dota 2 sueña, la mentalidad de ATF ha cambiado. Hoy sus prioridades se enfocan más en la estabilidad financiera que en la gloria. “Mi meta es ganar la mayor cantidad de plata posible. Ya no tengo una meta específica de torneos o cantidad de TIs que quiero ganar”, dijo con franqueza. “Obviamente queremos ganar todo, pero para mí ya no se trata de contar títulos, sino de seguir triunfando y asegurar mi futuro económico.”
También destacó cuánto ha aprendido al jugar junto a compañeros con más experiencia. “Cuando jugai con jugadores experimentados, empezai a ver el juego desde otras perspectivas. Aprendís cosas en las que nunca habíai pensado antes”, explicó. Su momento más destacado en The International llegó durante la final contra Xtreme Gaming, cuando su inesperada elección de Ursa en la cuarta partida cambió el rumbo de la serie y aseguró el título para Team Falcons.
La historia de ATF es un recordatorio crudo del precio personal que hay detrás de la gloria en los esports. Sus palabras retratan con claridad lo que significa llegar a la cima del Dota 2 profesional: un camino de sacrificio, fortaleza y la dura realidad de que el éxito muchas veces transforma la pasión que dio inicio a todo.