Escándalo en VALORANT NA
Riot investiga supuestos arreglos de partidas en la escena de VALORANT NA Challengers
Un reportaje viral ha dejado la escena de VALORANT North America Challengers patas arriba, provocando una investigación por parte de Riot Games sobre supuestos arreglos de partidas.
Lo que partió como un solo video ahora pone en evidencia problemas de larga data en la escena de nivel dos de VALORANT, un espacio que antes se veía como un trampolín hacia el estrellato. Hoy está bajo la lupa por posibles vulnerabilidades sistémicas a la corrupción.
Un reportaje viral pone a prueba la integridad de la escena pro de VALORANT
La escena competitiva de nivel dos de VALORANT en Norteamérica está en el ojo del huracán, y no precisamente por el fuego que gana partidas. Una avalancha de acusaciones de arreglos de partidas ha desatado el caos en la comunidad, todo gracias a un video explosivo publicado por Sean “sgares” Gares el 16 de mayo de 2025. Riot Games confirmó que ya había iniciado una investigación sobre actividades sospechosas a principios de ese mes.
Bajo el título “El Lado Oscuro del VALORANT Competitivo”, el reportaje no se anda con rodeos. Se mete de lleno en las aguas turbias del engaño, menciona nombres, detalla ofertas y acusa lo que Gares describe como un “patrón coordinado” de jugadores que aceptan sobornos para perder partidas, un problema que podría ser endémico en los NA Challengers de VALORANT y otras ligas regionales.
El video se viralizó rápidamente en toda la comunidad, generando un intenso debate en Reddit, Discord y plataformas de streaming. Gares no se guardó nada; mencionó directamente a Adam “Fair” Elharoun de Blue Otter y a Bob “Bob” Tran de FlyQuest RED. Desde entonces, Tran fue enviado a la banca mientras Riot continúa su investigación.
También apuntó a un personaje misterioso conocido solo como “Bray”, quien, según Gares, ofrecía sobornos de hasta $50.000 dólares para manipular resultados de partidas. Estas acusaciones todavía no han sido verificadas de forma independiente.
Riot reaccionó rápido y de manera pública. Leo Faria, jefe global de esports de VALORANT, confirmó que la investigación ya estaba en marcha a principios de mayo, incluso antes de que saliera el video.
“Nos tomamos todas las acusaciones con extrema seriedad”, dijo Faria en un comunicado escrito, agregando que Riot había involucrado a varios entes de integridad para apoyar la investigación: la International Betting Integrity Association (IBIA), Sportradar y GRID. No son colaboradores cualquiera; son referentes de la industria para detectar manipulación tanto en esports como en deportes tradicionales.
Pero por ahora, falta lo más importante: pruebas concretas. Ahí es donde Riot está pidiendo que la comunidad aporte. “Los denunciantes cumplen un rol fundamental en situaciones como esta”, afirmó Faria. “Si bien valoramos y fomentamos los reportes de la comunidad, solo las investigaciones basadas en evidencia pueden derivar en acciones.”
Riot también recordó tanto a jugadores como fans que pueden usar la función de reporte de jugadores de VALORANT para denunciar conductas sospechosas, una herramienta pequeña pero clave para combatir futuros casos de arreglo de partidas.
Aun así, el daño podría estar hecho. El ecosistema de nivel dos de VALORANT, que siempre se celebró como el semillero de futuras estrellas, ahora enfrenta una crisis de confianza. Tyson “TenZ” Ngo, una de las figuras más reconocidas de la escena, no se guardó nada. Describió el entorno de tier dos como “un lugar absolutamente terrible” y señaló la inestabilidad financiera que sufren los jugadores de niveles bajos como el caldo de cultivo perfecto para estas prácticas.
Y puede que tenga razón. A diferencia del brillo y la consistencia del nivel uno (el VCT), donde todo está bien planificado y respaldado por auspiciadores, el tier dos suele ser una lucha constante con pocas recompensas. La tentación de aceptar un pago rápido, especialmente si viene con anonimato y sin certezas de ser descubierto, puede ser demasiado atractiva. Para algunos jugadores, este lado oscuro del juego se convierte en su única salida, una especie de VALORANT clandestino que funciona en paralelo al circuito oficial.
Para Riot, el camino que viene es complicado. Limpiar la escena no solo implica investigar este escándalo puntual, sino también atacar los problemas estructurales más profundos que permiten que actores malintencionados encuentren ventaja. La compañía anunció que entregará actualizaciones a medida que avance la investigación.
Pero la confianza, una vez rota, requiere tiempo y transparencia para reconstruirse.